El bullying o acoso escolar es una situación que muchos niños y adolescentes pueden llegar a sufrir en las aulas. En la mayoría de las ocasiones, la situación sobrepasa las horas de clase y el acoso se manifiesta también a la salida del centro y en otros lugares donde la víctima del bullying coincide con los compañeros de clase. Además, el acoso puede perdurar las 24 horas del día como consecuencia del contacto continuo a través del móvil o las redes sociales. Los casos de bullying pueden derivar en bajo rendimiento académico, aislamiento social, estados depresivos y en casos extremos, han llevado a la víctima al suicidio. La intimidación cibernética escapa, en muchas ocasiones, al control de los propios padres aunque una solución puede ser contar algún software tecnológico de control parental
El cyberbulliyng o ciberacoso están reconocidos como importantes problemas sociales y de salud pública; de hecho, la Unesco los definió en 2017 como un problema global e internacional en el informe sobre violencia y acoso escolar. En un artículo publicado el 22 de mayo de 2019 en la revista científica ‘Environmental Research and Public Health’ se indica que estos fenómenos no solo se circunscriben al ámbito escolar, aunque es el área donde más se han estudiado.
También pueden ocurrir en muchos contextos con efectos nocivos a corto y largo plazo para todos los involucrados; incluidos los que se pueden sentir meros espectadores que acaban convirtiéndose, aunque sea en contra de su voluntad, en cómplices, según muestra una campaña divulgativa de la fundación ANAR presentada en abril de 2016. Según los datos recogidos en el Sistema Estadístico de Criminalidad del Ministerio del Interior y facilitados en una respuesta parlamentaria en 2018 en el Congreso de los Diputados, de los 824 casos de ciberacoso registrados en todo 2012 se pasó a los 1.364 registrados entre, solo, entre enero y octubre de 2017.
¿De quién es la responsabilidad del control?
El buylling y el cyberbullying conducen, según indican los expertos, a la pérdida de autoestima, depresión, ideas o tendencia suicida, problemas de salud y descenso del rendimiento académico. En la escuela el rol de los maestros y profesores se ha identificado como clave para detectar y ayudar a corregir los comportamientos de acoso.
Y según los resultados del barómetro de mayo de 2018 del centro de investigaciones sociológicas (CIS) los padres son, con el 86,9 de las respuestas, los principales responsables de establecer un control sobre el acceso a internet de los menores.
Riesgos más habituales
Los datos del barómetro de mayo de 2018 del CIS indican que, según las respuestas de los consultados, el riesgo más habitual al que están expuestos los menores en internet son, en primer y segundo lugar: la difusión de fotos o vídeos comprometidos y dar demasiada información sobre ellos mismos a gente que no conocen.
Acoso en las redes
Las redes sociales nacidas hace ya casi dos décadas, se sitúa su aparición tal como las conocemos en 2002, para incrementar la interacción y el intercambio interpersonal y social están en constante evolución. El público más joven es el más variable y cambiante por su capacidad de adaptación a las nuevas tendencias. Las más utilizadas actualmente por el segmento más joven de usuarios digitales son: Instagram, YouTube, Whatsapp o TikTok -aplicación para la creación de vídeos y transmisiones en directo-. Todas ellas pueden convertirse en canales de ciberacoso en los que verter insultos, amenazas, vejaciones, burlas, difundir vídeos o fotografías comprometedoras que dañan la autoestima de las víctimas e, incluso, puede limitar su socialización con otros compañeros ya que en muchas ocasiones se somete a la víctima al ostracismo. Los medios de detección para los padres, pueden ser, de forma preventiva, los software de control parental; y también la observación. Si la niña o el niño simula enfermedades o malestares para faltar a clase; está triste; tiene un bajo rendimiento escolar; o desaparecen de forma inexplicable algunas de sus cosas… pueden ser indicios de que es víctima de acoso.
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